No quiero que sientas que te traicioné, que te
abandono, pero viste que la vida generalmente no es del todo fácil. Te conocí
gracias a un gran amor que tuve, te amé casi tanto como a él. Fuiste la cuna de
un comienzo, fuiste el nacimiento de una nueva “yo” en mi vida. Abriste caminos
hermosos hacia otras realidades, otras verdades, otros niveles de consciencia.
Vivir con vos seis meses, ver tu naturaleza en
el estado más puro me hizo ahondar por zonas pantanosas en la consciencia y en
la inconsciencia y en las relaciones. Vivir con vos me hizo dar cuenta que sos
hermosa, hermosamente acogedora, cálida, simpática y feliz. Sos feliz. Pero vos
eras tres años dentro de 31 que habían estado viviendo cerca de los seres que
aprendí a amar después de tantos años.
Gracias a vos me di cuenta cuán cerca los
necesito a esos seres que me roban los latidos de corazón más fuertes, las
sonrisas más lindas. Mis sobrinos de sangre y de alma. No hay mar, bosque o
árbol que pueda reemplazarlos. Sentir la primer patadita de uno de ellos me
hace sentir que estoy en el limbo
Él se queda, él te va a regalar todo el amor
que yo no supe, o que no estuve dispuesta. Él te va a amar con una verdad y un
amor que muy pocos en este mundo harían. Fuiste y sos su Sol, su Norte su
sueño más preciado. Si él se hubiera vuelto también quizá sí te hubiera
traicionado. Pero él se queda para cuidarte y darte todo eso que te prometimos
y el sí quiere conocer todo lo que tenés para ofrecerle.
No quiero que sientas que no te quiero, pero
sabé entender que la vida me dio otra oportunidad. Fuiste mi primera vez en ser
propietaria, en sentir que di un pasito más en este mundo de grandes que tanto
cuesta afrontar. Te regalé mis sueños de familia, de mundo ideal, te extrañé y
te extraño como nunca creí que podía extrañar a un lugar. Sos mi lugar en el
mundo, lo seguís siendo, pero hoy tengo que soltarte y volverme a enamorar.
No me va a ser fácil, porque con vos vino
mucha gente hermosa, vino la vida de barrio de solidaridad, de amor. Tu gente,
esa gente que iba creciendo en el sueño con nosotros hizo que te quiera aún
más.
Caleta de mi vida, sé que sabrás entender todo
esto y más y que en el fondo sos feliz de que le deje el lugar a alguien que
pueda aprovechar ese pedacito de tierra que te compré para ser feliz. Ojalá esa
gente construya una casa que no te genere un daño ambiental muy grande, te
prometo que les voy a pedir que no te corten ningún árbol, ni una ramita… Ojalá
que te regalen las risas de sus hijos jugando, te regalen todo el amor que te
regalé yo desde el primer día que te conocí.
Esta separación me va a costar e irte a ver no
me va a ser fácil, sabelo. Tu mar está
en toda la costa atlántica, pero no es lo mismo. Ya siento que lo conozco de
memoria y él a mí.
No me imaginé que escribirte esto me iba a
hacer sentir tan triste, pero tan triste. Pienso en ir a visitarte y se me
llena el alma de de nostalgia.
Ya varias personas me preguntaron por vos y no
sé cómo hacer para contestar porque me cuesta mucho dejarte ir, se me parte el
alma y el corazón, pero sabemos que es lo mejor.
Gracias infinitas por el amor que supiste
hacerme ver, el más importante en mi vida, el amor propio y gracias por
enseñarme a soñar con los pies sobre la tierra y por ayudarme a entender que
los sueños jamás desaparecen, todo lo contrario, día tras día se van haciendo
más realidad.

No hay comentarios:
Publicar un comentario