sábado, 30 de diciembre de 2017

Los Amamos, Hombres.

Y sí, cuando nos juntamos muchas veces nos la pasamos hablando de ustedes. Porque los amamos, porque nos amamos, porque rondamos en la locura hermosa y fantasía cada vez más real de algún día terminar de comprenderlos, sentirlos, aceptarlos tal cual son. Nos estrujamos los sesos, las entrañas, el corazón y el Alma tratando de descubrir qué hizo el Universo cuando creó estas dos energías tan disímiles pero tan complementarias, tan paradójicamente locas como la vida misma. 
le damos vueltas, sí. Y nos preguntamos mil veces ¿qué les pasa? ¿Por qué no modifican? ¿Por qué nos tienen tanto miedo? ¿Qué les impide conectarse con la verdad? Y la pregunta del millón ¿En qué momento se volvieron tan sensibles y complejos? En el mismo momento que nosotras decidimos empezar a simplificarnos. Y claro, no es casual que el signo de Libra sea el que rige las relaciones. Ese signo que tiñe todo de un equilibrio tan efímero como el equilibrio mismo. Ese signo que es las dos caras de la misma moneda, el bendito ying y yang. Y nosotras somos Mujeres, nos tocó esa parte de la historia, nos tocó el útero, nos tocaron las mamas, nos tocó la vagina y unos miles de canales de atención y una complejidad que ni el mismo orgasmo entiende. Por eso no nos rendimos, porque somos expertas en crear realidad, pero nos rompemos la cabeza y el Alma sobre todo porque somos muy conscientes de que sin ustedes, esa realidad es imposible, no es bella, no es armónica y no es Verdad. No existe. Estamos juntos, vinimos juntos, y acá estamos, dejando todo en el día a día, aquí hoy y ahora para comprender, para armonizar, para aprender a simplificar y complejizar.
Creo que el deseo más profundo de todas las que estamos descifrando esta humanidad (y lo hacemos muchas veces entre mujeres porque tenemos una afinidad intrínseca, natural, de olfato) es que ustedes también se mueran de ganas de romperse la cabeza, el corazón y el Alma para seguir descubriendo la complementariedad sin dependencia, sin rigidez, sin enojos, sin condenas.
A veces nos lleva al enojo, a la burla a la no comprensión pero no por soberbia, sino porque nos amamos y realmente estamos soltando la vieja idea del Hombre, la Mujer y el Amor.

martes, 26 de diciembre de 2017

Hermosos cuando lloramos

Somos hermosos cuando lloramos, porque exudamos verdad. Cuando lloramos solos, sobretodo, se nos va la verdad en el llanto, como cuando nos tentamos de risa, nos tentamos de llanto y no podemos parar. El llanto sanador que sabe que llora miles de palabras sueltas, miles de nosotros que quedaron por allá atrás. Llora, llora el Alma porque necesita limpiar. Es hermoso el llant
o porque es tanta verdad, el llanto no buscado, ese que no se puede explicar. El cierre de Año así como lo conocemos hace un montón viene con mucha energía Capricorniana, Venus, el Sol, Mercurio (le falta, pero está por llegar), Plutón, Saturno están todos ahí, en la casa de Miyagi San. El maestro que parece frío, que exige, que no llora ni se sensibiliza. Pero en realidad, es el maestro de la Realidad. Agradezcamos que el año cierra mostrándonos todas las Verdades y la Realidad tal cual es, o debería decir, agradezcamos que decidimos ponernos los lentes más transparentes que conseguimos, y, sin anestesia alguna, ni placebo, ni fantasía, concebir.nos tal cual somos. Eso puede doler, claro, pero de eso aprendimos este año. Así que, dale, no sigas teniendo vergüenza de llorar. Y seguro ese llanto sea un mix: por un lado dolor de la parte tuya que se murió, por el otro, la celebración de haberte animado a hacerte tu propio camino, por otro la alegría de haber descubierto el amor que te rodea, y por el otro, el placer irremplazable de saberte en la búsqueda. Entonces así, el #deseo, la #mente, la #estructura, la #transformación están a tu servicio, serios, pero reales. Todo está sucediendo aquí y ahora.
Texto: @sil_mucelli
ph: Nevan Doyle

jueves, 21 de diciembre de 2017

El Final Feliz

“El día con más luz del año puede ser una gran día para perderle un poco más el miedo a la oscuridad.”
El final feliz no es que vivieron felices y comieron perdices. El final feliz es una cosa totalmente diferente a la que nos contaron. El final feliz es que se respetaron, que no dejaron que un millón y medio de miedos, de mandatos, de decisiones previas los unieran contra su voluntad. El final feliz es que nadie deja de buscarse, de encontrarse, con el vértigo y dolor profundo que implica saber que si descubrimos una verdad que no coincide, quizá, sea bueno recalcular. 
El final feliz es el Amor. Se presente como se presente, sea como sea, el Amor. El final feliz es poder sentir dentro nuestro que aunque se nos estruje el pecho, se nos parta el corazón o sintamos que nos morimos, estamos haciendo lo que nos va a llevar a un mejor lugar. El final feliz es poder haber salido de la creencia de creer que porque duele es malo, que porque nos hace retirarnos un rato es negativo. El final feliz es haber descubierto que no hay apuro, que hay aprendizaje, que hay un mundo entero, una humanidad por descubrir.
El final feliz es no conformarse, no dormirse, el final feliz es despertarse. El final feliz es llorar sin miedo, sin ser víctima, sin enojarse y culpar.
El final feliz es sentir que te podés dar todo y más y también descubrir la magia de compartir. El final feliz, al menos para mí, es saber que tanta, tanta, tantísima gente está dispuesta a amar.
La felicidad es la Verdad

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Venganza...

La verdad es que no, no sé cuál es la solución. No sabemos o sí sabemos. La verdad es que a veces entender este Mundo desde la lógica se hace imposible, si nos ponemos a pensar, desde que el mundo es mundo las "injusticias" nos desbordan, los hechos injustificables abundan, el horror se apodera de lo que podemos concebir como Humano. Ya sé, ya sé, que a veces no todo se puede solucionar meditando, claro que lo sé. Todos queremos agarrar a ese Gendarme que se ríe del Abuelo y cagarlo a trompadas, todos queremos escupirle la jeta a todos y cada uno de esos que no entienden nada de lo que es el Respeto. Pero si le paso por arriba con la moto a un gendarme, si lo cago a trompadas, si le tiro con una piedra y le rompo un ojo, cuánto habrá ganado su odio y su ira y me habrá convertido en un ser tan perverso como él. No, no tengo, no tenemos la respuesta y la solución, no es sencillo desentrañar este gran sistema tan perfectamente calculado donde el dolor, el odio, la ira son el alimento diario de quienes orquestan todo este desastre. Hoy, ni mañana ni dentro de unos años, no creo que veamos las cosas cambiar de manera radical, pero podemos empezar a probar formas nuevas, dejándole de dar a estos seres tan poco amables, sensibles y verdaderos un lugar tan importante en nuestras vidas. Esto de la autogestión, de la comunidad, de dejar de darle ese lugar de dependencia, de empezar a buscar alternativas. Insisto no sé cómo y cuáles, o sí, se me ocurren algunas, creo que a varios se nos van ocurriendo. Pero no nos convirtamos en eso, por favor, a los que sabemos que convertirnos en eso nos oscurece la vida misma, nos marchita el ser. Eso no quiere decir que nos rindamos, al contrario, hay muchas maneras de hacer revolución.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Fin de Año



Lo sé, estamos cansados. Estamos intensos. Y ya me da cosa escribir la palabra pero no te puedo mentir. Según el Calendario Maya estamos a mitad de año, según la astrología el ciclo recién termina en febrero, pero son añares que el 31 de enero algo llega a su fin. Es cierto, algo esta llegando a su fin, Saturno, ese planeta anillado (en realidad todos los planetas tienen anillos, pero los de él se ven) es el que representa la energía del Tiempo, del Karma, el deber Ser, las estructuras. Este ha sido un año donde el propósito de hacer las cosas diferentes a cómo las veníamos haciendo hace tanto se nos hizo muy necesario, esa es la palabra, ya no podíamos volver atrás. Ya no podemos. Aquí y ahora. Justamente uno de los aprendizajes, vivir en el presente. ¿Vos crees que vivís en el presente porque estas acá? Sí, tu cuerpo está acá pero ¿cuánto porcentaje de vos está acá? Ahora, ya. Y estamos cansados, tanta cosa sucede en diciembre, de esa estructura que aún traemos: celebraciones, regalos, festejos, que con quién, que cómo, que qué se come, qué no se come, qué se pone, la bombacha rosa, la ropa blanca. Claro, qué Stress.
Y encima este Señor del Karma se va a su casa, donde todo esta decorado de más estructura, pero, como ya sabemos que podemos diseñar nuestra propia estructura y que el Karma se crea en base a las acciones que realizamos, nos dimos cuenta de cuánto poder tenemos sobre la realidad. Cuánto poder tenemos para elegir pararnos en otro lugar de ese gran esqueleto que es el Mundo. También Urano, otro Titán, se mueve, ese que rigió la primer Luna nueva del Año, ese que nos dijo, “chicos, no da para seguir haciendo todo igual, seamos creativos, abramos el juego, dejemos de regirnos por leyes que no nos vibran, que sabemos no nos pertenecen y están obsoletas. Denle, perdamos el miedo, animemosnos a más, animemosnos a no tener referencia y crear algo nuevo” Ese mismo, se esta moviendo también, después de un montón de años de estar en un lugar. Entonces, estos dos que parecen tan disimiles, se pueden hacer amigos. Se pueden entender, porque para revolucionarnos y no morir en el intento esta re bueno que tengamos paciencia y estructura, esta re bueno que podamos ver.nos, escucharnos y respetarnos. Y allá vamos. Cansadísimos, pero de hacer nuestro propio mundo, de crear nuestro propio ser, de no dejarnos engañar más por la visión externa, empezando a comprometernos solo con este momento que es el único que existe y el único que hay, el resto, no sé.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Miyagi


Daniel San: ¡Sr. Miyagi todo ha terminado, olvídelo. Tengo miedo salgamos de aquí me quiero ir a casa!
Miyagi San: ¡No puedes! ¡No debes! ¡Esta bien perder ante el oponente. No se debe perder ante el miedo!
Daniel San: Le tengo miedo a él ¿sí? ¡¿Qué quiere que haga?!
Miyagi: Mantén concentración. Tu mejor Karate está aún en tu interior. ¡Es hora de dejarlo salir!

Seguramente en estos días anduviste mirando para arriba, al menos eso hago yo cuando por momentos me quedo sin respuestas, me canso un poco de la espiritualidad y casi que caigo en las garras de la desconfianza. Pregunto y pregunto ¿qué más? ¿Por qué? ¿No era que ya venía Sagitario? ¿No era que ya habíamos despegado? ¿No era que ya habíamos pasado por la oscuridad escorpiana? ¿No era que…? Mientras tanto sigo, no resisto, o resisto un poco y vuelvo a aprender.

El Miedo, el Vértigo, esa gran energía, emoción que aparece, que viene casi sin avisar, o sin avisar directamente cuando creíamos que ya no le teníamos miedo a nada. Aparece cara a cara, frente a nosotros y lo miramos y como Daniel San, a veces queremos decir “basta”, “me rindo”, pero al instante nos damos cuenta que, si estamos en este camino, ya no hay vuelta atrás. Ya sabemos de qué se trata, ya conocemos la historia, ya lo hemos hecho antes. Esta escena es la final de las tres Karate Kid, Daniel ya enfrentó otras veces la sensación de que ni el cuerpo ni la energía lo iban a acompañar, sintió la derrota en el cuerpo, en la mente, por un instante. Necesitó sentirla para poder darse cuenta que podía vencerla. A veces, necesitamos sentir que queremos rendirnos, para darnos cuenta que no. Es paradójico, ya lo sé, me van a volver a preguntar ¿por qué? ¿Por qué? y ¿Por qué? Y la respuesta es tan compleja como pisciana, tan confusa como las emociones y tan intangible como el Alma. Hay algo dentro de nosotros que nos hace seguir: esa Luz latente, esa experiencia que no fue en vano, que nos grita fuerte desde un lugar profundo que vamos a salir, que vamos a estar bien, que podemos vencer el miedo. Pasa que claro, cada oponente es diferente, cada lucha interna tiene un color distinto. Aunque se parezcan todas tienen algo nuevo, todas tienen un desafío particular, singular y ahí vamos con Urano haciendo de las suyas.

Estamos de cara a la Luna Llena en Géminis, estamos de cara al enfrentamiento interno una vez más de quiénes queremos ser, estamos como Daniel San en esa pelea final pero acá sabemos que somos nuestro propio maestro recordándonos “Mantener la concentración.” Si trabajamos por saber qué nos guía, no hay oponente que nos derribe, solo nuestro miedo interno puede hacernos flaquear. Algunos decidirán salir corriendo, otros quedarse peleando hasta el final. Si nos preguntamos por qué, si nos enojamos por el cómo, perdemos energía y volvemos a empezar. A Daniel lo obligan a pelear, lo ponen entre “la espada y la pared”; las fuerzas de la vida a veces no tienen lógica mental, solo queda confiar. Pero él tiene una técnica, siempre la tuvo, y una vez más lo va a intentar. Y, justamente, se trata de respirar.

Es una prueba más, de tantas que vendrán. En definitiva el gran salto que estamos dando es darnos cuenta que en la vida esa “meta,” ese “final” donde no había más nada que aprender no existe sino que es un eterno viajar.

A veces ganamos fácil, otras llegamos hasta el último round. Que la fuerza, la concentración, la alineación y el Amor este con todos nosotros. Confiemos, confiemos, confiemos. No es que ya llega la celebración. El festejo ya llegó, ya somos otros, ya el proceso tiene otro color. Y no menos importante, no estamos solos, somos un montón.

lunes, 11 de septiembre de 2017

El Dolor puede ser una Fiesta de Estrellas

El Dolor puede ser una fiesta, una revolución de Estrellas. Cuando hay dolor festeja el Alma porque si se acepta, si se abraza, si se elige, nos lleva directamente al Amor, a la Sanación, al aprendizaje. Pero venimos de una cultura, sociedad, mundo que tanto ha mal usado esa palabra que le huimos todo el tiempo. Escapamos a nuestro propio Maestro, le tenemos miedo. El Dolor no es Sufrimiento y padecer. Eso es otra cosa. El sufrimiento es el disparador, el generador de una situación que, si elevamos su energía, profundizamos sobre eso, seguro llegamos al Dolor. Pero quedarnos en la etapa del Sufrimiento lo único que hace es llevarnos directo al lugar de Víctima. El Sufrimiento nos deja en ese lugar de culpar, al resto, al mundo, a madre a padre, hermanos, a quien sea de esa incomodidad, de esa “incompletitud”, de ese preámbulo sumamente doloroso que es la Evolución, es crecer, es transformarse. Sacarse capas, sacarse piel.

Últimamente todos hablamos de esto, lo entendemos desde la mente, le vemos la forma, lo vemos crecer. Pero seguimos sin sentir el Dolor, aún queda algo de nosotros que le teme. Hemos visto tantos seres sucumbir ante él, o en realidad sucumbir ante creer que están duelando o doliendo mientras todo lo que hacemos es sufrir y enamorar, pero no Amar.

En el cuarto Chakra se encuentra el centro del Amor y del Dolor. El Tao lo dice “la pena y la alegría son las dos caras de la MISMA moneda.” El Drama y la Comedia. Pero somos tan obstinados como seres humanos que seguimos creyendo que sabemos más que todo y nos convencemos de que el dolor, el llanto, son peligrosos, negativos, mal vistos o debemos superarlos rápido. “No quiero llorar más” decimos después de días de tristeza. Nunca nos escuché decir “no me quiero reír más” y si son las dos caras de la misma moneda…¿?

Pero aún así, estamos tan “intelectualizados” que no nos dejamos sentir el placer del Dolor, la Paz que trae, porque creímos que si hay Dolor, no puede haber Paz. Y así estamos, desconectados del centro del Amor. Creyendo que Amamos. Desconectados del Centro del Dolor. Creyendo que nos duele el Alma o el Corazón. Teniéndole Miedo a algo que ni siquiera conocemos quizá.

El Dolor puede ser una fiesta, se festeja la apertura del centro del Amor. Podemos reírnos mientras lloramos, celebrar que nos animamos a trascender uno de los patrones más arquetípicos más arraigados: el de la Felicidad. La felicidad también es otra cosa.

La Nueva Era, La Era de Acuario, este año, arrancando con la Luna Nueva en ese Signo nos invita a resignificar, reconstruir, reconsiderar todo lo que antes fuimos y lo hace para que nos animemos a confiar en que tenemos el poder de transformar las asociaciones que hacemos a lo que ya existe porque si no, las ataduras y los nudos no nos van a dejar seguir. Debemos Soltar el pasado, sumergirnos un rato en una hermosa despedida a tanto que fuimos para poder ser quienes somos hoy; y las despedidas siempre son hermosamente dolorosas, crecer siempre lo fue, pasa que no te acordás con la mente lo que fue destetarte, no te acordás el primer paso que diste, no te acordás el momento en que naciste. Y todo eso fue mágicamente doloroso e hizo que estés hoy acá.

Revolucionate un poco, anímate a conectar con el Tsunami del Amor.


lunes, 4 de septiembre de 2017

Astrologizada la Vida

Hoy es cinco de febrero, día entero de lluvia, sin luz. Por lo menos no es invierno, lo hemos pasado en el invierno. Pero cuando uno esta bien, con el otro digo, la aventura es divertida, cuando todo esta raro…

El Viento esta furioso, o bailando, o triste. Es del Sur, estuve escuchando sobre medicina China y el Invierno es Tristeza, son los riñones, y la tristeza sin propia canalización es enojo. Seguimos sin luz y no me queda nada de batería. No se puede tejer, no se puede leer… y mejor no sigo porque hay cosas que sí se pueden hacer.

Pero la mente estos días estuvo fatal, debe ser Mercurio en mi Casa Siete que no me dio respiro, y mirá que estoy meditando todos los días, caminando, haciendo las afirmaciones. Hoy leí el capítulo doce de Mujeres que Corren con los lobos, sobre la cólera y el perdón. Sobre la montaña que hay que subir para conseguir el tesoro de la paciencia para luego transformarlo pero saber que es nuestro. Una vez que lo que conseguiste lo hiciste bajo el velo de la propia perseverancia y voluntad, o también podríamos llamar entre otros nombres “Saturno”, sentís que no hay nada que te haga temblar. Ni tu propia mente. Una vez que descubrís el Tesoro con la ayuda de Saturno, es casi como descubrir a Dios.

Pero sigue siendo un trabajo Saturnino y mientras lo escribo comprendo por qué la acentuación de la hipocondría. Saturno pasando por mi bella casa seis mi sistema corpóreo. A veces siento la sangre correr por mis venas, las encimas destrozando el alimento, mi útero, mis músculos mis huesos. Mis partes deformes e irregulares, la asimetría. Desde la delgadez veo todas mis diferencias óseas y no es fácil. Y la mente ahí quiere dudar y temer de este nuevo ser que emerge, de estas nuevas partes que aparecen.  Y así estamos. Escribiendo siempre para no sentirme tan loca, tan locamente loca, para a vencer no paranoiquearla y morir en un mar de películas insanas. Porque somos seres humanos y a veces siento que la vida se me escapa en un segundo. Como si toda la magia sagitariana fuera raptada por la sombra, como la oscuridad que está cayendo ahora que no hay luz, la oscuridad es total, y la computadora en muy breves instantes se va a apagar.

Y ¿qué voy a hacer cuando se apague? ¿Me moriré? ¿Encontraré un nuevo defecto en mi cuerpo para sobrevivir a la plenitud que me acecha? O podré vencer una vez más la fuerza oscura. A veces con la hipocondría intento tranquilizarme sabiendo que todo lo que aparece se puede sanar y que si no es en esta vida es en otra, pero una cosa de mí hipocondría particular es que todo es letal, todo lleva al fin. Y también pienso en tanta gente que pasó por operaciones severísimas, accidentes, diagnósticos y acá esta, también pienso en el sinfín de síntomas “indiagnosticables” porque las cosas en el cuerpo estan en constante movimiento.

Pero uno sabe con el chip con el que vino, uno lo quiere transformar por eso sigue firme en el trabajo de desprogramar, de desvincularse de esos movimientos. Uno también tiene momentos de oscuridad, muy oscura como esta… son pocos los días que la tormenta acecha incesante como hoy, pero son y hay que pasarlos.


A veces desearía con fuerza volver al útero, a la infancia infancia, digo infancia infancia porque la madurez de consciencia me llegó de pequeña, así como la hipocondría.

jueves, 11 de mayo de 2017

Ser Humana

Casi sin repetir, casi sin soplar, casi sin darse cuenta era otra vez. Otra vez estaba necesitando la tercera persona para hablar. Otra vez ese Mar, con mayúscula, con todas su implicancias, con sus planos el tangible y los sutiles la había vuelto a revolcar. Solo para enseñarle (como siempre) ¿Cuándo vas a confiar en mi? Una vez más aprender que el destino es el viaje en realidad. Y la omnipotencia, y la realidad, Ser Humana la hicieron olvidar de atravesar. De “experience.” Ni por el costado, ni por arriba, ni sobrevolando ni subterráneamente. Todos juntos y a la vez. Dicen que si te llega es porque estás listo. Es como cuando haces tantos viajes cortos, ya hacer el bolso es casi rutina. En los procesos mentales, a través de la meditación, del  estudio, del autoconocimiento; el auto.respeto a los procesos insondables de los que somos parte, comienza a suceder lo mismo. Se conocen otras maneras, otros estados, se experimentan otras sensaciones que comienzan a ayudar a que demos el salto.

¿Sin darse cuenta o por primera vez de forma consciente?

Sería como un “sin anestesia.” Eso se siente un poco, se siente que las veces anteriores fueron lo mejor que pudo pasar para ir aprendiendo a convivir con el Dolor. Se ve, se percibe, se experimenta. El Dolor ya no da más miedo. Y cuando el Miedo se trasciende (no desaparece) aparece el Amor, la vibración positiva, el comienzo de una agilidad para ver dónde nuestro cuerpo vibra salud y dónde no y a percibir tanto la diferencia que no hay chance, no la elegimos. Y esa misma energía se retroalimenta. Cuando vibramos alto, nuestro entorno vibra alto, las sonrisas que nos devuelven tienen otra energía pero porque llegan con la energía que emitimos nosotros.

Disciplina. Determinación. Constancia y Perseverancia.

La Verdad es dolorosa y Maravillosa a la vez. El camino de vivir en la verdad conlleva un compromiso al mejor estilo de discípulo Zen. Se necesita ser responsable, tener disciplina y compromiso con nuestro trabajo personal. Este sentido de la perseverancia es un concepto muy delicado porque no significa que uno deba llegar al punto del agotamiento. Sino que siempre tenga presente en su Corazón la Intención. Que sabemos que nos vamos a tomar descansos, que es un camino con paradas. Pero siempre sabemos que tenemos que seguir y que de nosotros depende que siga siendo una aventura. Y la única autoridad en ese proceso es UNO.


Limpiarse de pasado no es fácil, pero es necesario. No necesitamos hacerlo todo. Eso es lo que ponemos de excusa muchas veces para no sumergirnos. Pero nadie nos apura, solo se nos pide que empecemos, de a poco a comprometernos cada vez más con nuestra propia Felicidad, Alegría y Libertad.

martes, 18 de abril de 2017

Animarse a Soñar.

De repente viste la luz, de repente te das cuenta que un sueño gigante, de esos de niña, de esos que parecen imposibles, siempre postergables e improductivos está con vos. Y vas por la noche número veintipico y la mirás y no lo podes creer. Todos me preguntan qué voy a hacer con ella. Y por ahora dejarla acá y por ahora disfrutar que llegó, por ahora asumir esta nueva relación que tenemos ella y yo. Por ahora disfrutar la energía del Sol, el Mar, la luz, el Aire. La Caleta de mi vida, aquella que alguna vez creí que no era mía, a la que no podía pertenecer. Aquella a la que creí que le tenía que pedir permiso, y hoy me doy cuenta que ella siempre estuvo acá esperando. Siempre me recibió con tanto amor y me regaló esta casa rodante, esta Caracola. La casa rodante la compré a media cuadra del terreno donde planté la semilla de mi otro sueño. A media cuadra del motivo por el que empezaría a escribir este blog, a pocos sentimientos del amor, a pocas cuadras de la felicidad. Todo ahí, cerca, todo ahí demostrándome que todo a su tiempo, que a veces no estamos listos y no estar listo no es un fracaso, todo lo contrario, no estar listos es saber que falta aprender para disfrutar del todo, no estar listo para poder trabajar los sueños y no creer que es algo que viene del cielo, así solo. A media cuadra de donde pasaríamos nuestro primer verano, nuestra primer aventura, nuestro gran proceso juntas. Juntas con las esencias, con el tejido, con el dibujo, con la lectura, juntas con todo lo que nos hace felices, juntas siempre juntas. Juntas compartiendo esa vida de playa hermosa, esa gente que no hace más que hacerte sentir que la vida es sencillamente maravillosa.

Animarse a soñar es animarse a todo. Sabía que lo tenía que hacer pero el vértigo por momentos fue enorme, la ansiedad demasiada como para creer soportarlo y lo más importante, la pregunta más repetida ¿Podré? ¿Podré ser responsable y hacerme cargo de que no es solo un juego de verano, que no es un juguete (¡aunque parece!) que no es una casita de mentira? ¿Podré? ¿Podré con cualquier reacción? ¿Podré con cualquier circunstancia? ¿Podré con cualquier momento? ¿Estoy preparada para que sea lo que sea? ¿Estoy segura? ¿Y si no? ¿Y si no puedo? ¿Y si me duele mucho? Y si duele mucho era porque tenía que doler para que sane, y si me doy cuenta que no puedo será porque tenía que conocer en profundidad mis límites. Y si cuesta aún más será porque siempre estamos aprendiendo. Claro que voy a poder, mientras siempre tenga claro que dentro de mí hay un mundo construido.

Y de la mano de ella estaba él. Pegado a ella estaba esa casa de barro, el mangrullo donde me fui a vivir cuando me fui a vivir allá. Ese mangrullo que estaba tan lleno de sueños, de ilusiones, de proyectos. Y claro que fue fuertísimo verlos a todos ahí juntos y a la vez separados. Clarísima la imagen, la diferencia, pero a la vez un claro denominador común: sueños y amor.

Y estar ahí.

Y así fue  que ella me contuvo, ella representó la fuerza, ella me confirmaba una y otra vez que todo se estaba acomodando en su lugar. La decisión me demostró que las cosas tienen que suceder y no son ni buenas ni malas, solo son y enseñan y yo, yo tengo una fortaleza enorme, una convicción aun  mayor, yo me hice cargo de quien soy: pedacito por pedacito, amor por amor, sensibilidad por sensibilidad, oscuridad por oscuridad, y todas mis yo seguimos, como lo hicimos todo el año, aventurándonos en esta vida.


Se me acerca el momento de volver, volver para saber que vamos a volver, pero hay que despedirse de este naranja intenso, de hacerme la cama todas las noches. De ir al baño en un baño químico que limpio cada tres o cuatro días, despedirme de la ducha sentada, despedirme de mi casa en la playa. De mis ventanitas en el techo, de mis ventanitas antiguas. De las cortinas escocesas y de los estampados de almohadón al mejor estilo ochentas. Despedirme de mi frigobar al que llego desde la cama, despedirme de este verde, estos pinos este gran aprendizaje que fueron mis 45 días en La Caracola, en La Caleta.