lunes, 11 de septiembre de 2017

El Dolor puede ser una Fiesta de Estrellas

El Dolor puede ser una fiesta, una revolución de Estrellas. Cuando hay dolor festeja el Alma porque si se acepta, si se abraza, si se elige, nos lleva directamente al Amor, a la Sanación, al aprendizaje. Pero venimos de una cultura, sociedad, mundo que tanto ha mal usado esa palabra que le huimos todo el tiempo. Escapamos a nuestro propio Maestro, le tenemos miedo. El Dolor no es Sufrimiento y padecer. Eso es otra cosa. El sufrimiento es el disparador, el generador de una situación que, si elevamos su energía, profundizamos sobre eso, seguro llegamos al Dolor. Pero quedarnos en la etapa del Sufrimiento lo único que hace es llevarnos directo al lugar de Víctima. El Sufrimiento nos deja en ese lugar de culpar, al resto, al mundo, a madre a padre, hermanos, a quien sea de esa incomodidad, de esa “incompletitud”, de ese preámbulo sumamente doloroso que es la Evolución, es crecer, es transformarse. Sacarse capas, sacarse piel.

Últimamente todos hablamos de esto, lo entendemos desde la mente, le vemos la forma, lo vemos crecer. Pero seguimos sin sentir el Dolor, aún queda algo de nosotros que le teme. Hemos visto tantos seres sucumbir ante él, o en realidad sucumbir ante creer que están duelando o doliendo mientras todo lo que hacemos es sufrir y enamorar, pero no Amar.

En el cuarto Chakra se encuentra el centro del Amor y del Dolor. El Tao lo dice “la pena y la alegría son las dos caras de la MISMA moneda.” El Drama y la Comedia. Pero somos tan obstinados como seres humanos que seguimos creyendo que sabemos más que todo y nos convencemos de que el dolor, el llanto, son peligrosos, negativos, mal vistos o debemos superarlos rápido. “No quiero llorar más” decimos después de días de tristeza. Nunca nos escuché decir “no me quiero reír más” y si son las dos caras de la misma moneda…¿?

Pero aún así, estamos tan “intelectualizados” que no nos dejamos sentir el placer del Dolor, la Paz que trae, porque creímos que si hay Dolor, no puede haber Paz. Y así estamos, desconectados del centro del Amor. Creyendo que Amamos. Desconectados del Centro del Dolor. Creyendo que nos duele el Alma o el Corazón. Teniéndole Miedo a algo que ni siquiera conocemos quizá.

El Dolor puede ser una fiesta, se festeja la apertura del centro del Amor. Podemos reírnos mientras lloramos, celebrar que nos animamos a trascender uno de los patrones más arquetípicos más arraigados: el de la Felicidad. La felicidad también es otra cosa.

La Nueva Era, La Era de Acuario, este año, arrancando con la Luna Nueva en ese Signo nos invita a resignificar, reconstruir, reconsiderar todo lo que antes fuimos y lo hace para que nos animemos a confiar en que tenemos el poder de transformar las asociaciones que hacemos a lo que ya existe porque si no, las ataduras y los nudos no nos van a dejar seguir. Debemos Soltar el pasado, sumergirnos un rato en una hermosa despedida a tanto que fuimos para poder ser quienes somos hoy; y las despedidas siempre son hermosamente dolorosas, crecer siempre lo fue, pasa que no te acordás con la mente lo que fue destetarte, no te acordás el primer paso que diste, no te acordás el momento en que naciste. Y todo eso fue mágicamente doloroso e hizo que estés hoy acá.

Revolucionate un poco, anímate a conectar con el Tsunami del Amor.


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