El Dolor puede ser una
fiesta, una revolución de Estrellas. Cuando hay dolor festeja el Alma porque si
se acepta, si se abraza, si se elige, nos lleva directamente al Amor, a la
Sanación, al aprendizaje. Pero venimos de una cultura, sociedad, mundo que
tanto ha mal usado esa palabra que le huimos todo el tiempo. Escapamos a
nuestro propio Maestro, le tenemos miedo. El Dolor no es Sufrimiento y padecer.
Eso es otra cosa. El sufrimiento es el disparador, el generador de una
situación que, si elevamos su energía, profundizamos sobre eso, seguro llegamos
al Dolor. Pero quedarnos en la etapa del Sufrimiento lo único que hace es
llevarnos directo al lugar de Víctima. El Sufrimiento nos deja en ese lugar de
culpar, al resto, al mundo, a madre a padre, hermanos, a quien sea de esa
incomodidad, de esa “incompletitud”, de ese preámbulo sumamente doloroso que es
la Evolución, es crecer, es transformarse. Sacarse capas, sacarse piel.
Últimamente todos
hablamos de esto, lo entendemos desde la mente, le vemos la forma, lo vemos
crecer. Pero seguimos sin sentir el Dolor, aún queda algo de nosotros que le
teme. Hemos visto tantos seres sucumbir ante él, o en realidad sucumbir ante
creer que están duelando o doliendo mientras todo lo que hacemos es sufrir y
enamorar, pero no Amar.
En el cuarto Chakra se
encuentra el centro del Amor y del Dolor. El Tao lo dice “la pena y la alegría
son las dos caras de la MISMA moneda.” El Drama y la Comedia. Pero somos tan
obstinados como seres humanos que seguimos creyendo que sabemos más que todo y
nos convencemos de que el dolor, el llanto, son peligrosos, negativos, mal
vistos o debemos superarlos rápido. “No quiero llorar más” decimos después de
días de tristeza. Nunca nos escuché decir “no me quiero reír más” y si son las
dos caras de la misma moneda…¿?
Pero aún así, estamos
tan “intelectualizados” que no nos dejamos sentir el placer del Dolor, la Paz que
trae, porque creímos que si hay Dolor, no puede haber Paz. Y así estamos,
desconectados del centro del Amor. Creyendo que Amamos. Desconectados del
Centro del Dolor. Creyendo que nos duele el Alma o el Corazón. Teniéndole Miedo
a algo que ni siquiera conocemos quizá.
El Dolor puede ser una
fiesta, se festeja la apertura del centro del Amor. Podemos reírnos mientras
lloramos, celebrar que nos animamos a trascender uno de los patrones más
arquetípicos más arraigados: el de la Felicidad. La felicidad también es otra
cosa.
La Nueva Era, La Era
de Acuario, este año, arrancando con la Luna Nueva en ese Signo nos invita a
resignificar, reconstruir, reconsiderar todo lo que antes fuimos y lo hace para
que nos animemos a confiar en que tenemos el poder de transformar las asociaciones
que hacemos a lo que ya existe porque si no, las ataduras y los nudos no nos
van a dejar seguir. Debemos Soltar el pasado, sumergirnos un rato en una
hermosa despedida a tanto que fuimos para poder ser quienes somos hoy; y las
despedidas siempre son hermosamente dolorosas, crecer siempre lo fue, pasa que
no te acordás con la mente lo que fue destetarte, no te acordás el primer paso
que diste, no te acordás el momento en que naciste. Y todo eso fue mágicamente doloroso e hizo que estés hoy acá.
Revolucionate un poco,
anímate a conectar con el Tsunami del Amor.

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