viernes, 14 de febrero de 2014

Cierre Despacio*

“Cierre Despacio”
Significa no sea tan duro. Cierre con un poco más de amor, delicadeza, precaución. Las noches, una tras otra se van haciendo más cortas, se cierran despacio, nunca de golpe, siempre con cautela y sabiendo que no queda nada por hacer, más que cerrar, siempre despacio para amanecer al día siguiente.

“Cierre despacio,” significa que volvimos y todavía tenemos un lento camino a la rutina habitual. Las vacaciones no se cerraron del todo, pero ya se van cerrando las libres alas que nos permitieron volar más allá de cualquier realidad tangible. No se puede escapar a la realidad, siempre hay que volver, pero despacio.

Nunca fui partidaria de los “cierres despacios”, generalmente di portazos para quizá después volver abrir la puerta y pedir disculpas, pero ahora la puerta nunca se termina de cerrar. Como la herida en ese lugar inapropiado, que roza con todo y todos los días se vuelve a abrir, pero cierra, despacio, pero cierra. Gracias a dios que a veces todo cierra.

Me llena de melancolía no ser más una adolescente que pueda seguir en el “pedo líquido” (como diría mi padre) sin culpas. Ese cierre despacio también es aplicable al proceso que la mayoría de la gente que hoy me rodea esta atravesando... estamos CERRANDO muy DESPACIO la puerta de la consciencia como tal, de entender el mundo con una lógica nociva que antes nos servía pero ya no.

Y si yo fuera una puerta, a mí también me gustaría que no me traten mal y me cierren despacio, lentamente, día  a día.


Lo bueno también es asegurarnos de no dejar la puerta entreabierta, se nos puede abrir en el camino y caernos al precipicio.

*Aunque parezca mentira, este texto fue escrito en el año 2007. La foto es una mera causalidad de la vida...o nuevamente, una auto-predicción.

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