lunes, 2 de junio de 2014

Te extraño, Mar

Seis meses que no te camino, que no te veo, que no te huelo. 

Y no me das lo mismo en cualquier parte, extraño esa porción del mapa que compartimos.

Seis meses que no te respiro y que no te cuento cómo anda todo.

Seis meses que no tengo la posibilidad de salir a caminar a encontrarte y recorrerte con la mirada, siempre para encontrar algo que nos sorprenda.

Como estas nubes que encontré caídas del cielo un día que fui a desayunar con vos.

Y a veces qué bronca me da extrañarte tanto, tanto.

Y a veces pido el deseo más grande que es que las dos vidas se unan, que los dos puntos se encuentren y entonces ahora salga a tu encuentro, más no sea por una horita, y luego agarre el auto y vuelva acá a mi otro mundo extrañado.

Seis meses que no me siento arriba de tu arena a tejer mis animalitos, a tejer mis sueños a dejarlos ir y volver al ritmo de tus olas.

Seis meses después de años de verte por lo menos cada dos, de encontrarme con vos de vez en cuando para abrazarnos, para que con tu energía mojes mis pies y suba toda esa fuerza por mi cuerpo.

Definitivamente te voy a ir a visitar más que pronto, porque te extraño mucho, porque lo necesito y necesito contarte cuánto me ayudaste y cuánto aprendí desde que te conocí.

Ya no soy la misma que hace seis meses, y vos tenés mucho que ver con esto y sé que también me vas a ayudar mucho a seguir buscando y encontrando, porque siempre el mecerse de tus olas me dieron paz y tranquilidad.

Como he dicho desde que emprendí la aventura contigo: siempre, siempre, siempre, todo va a estar muy bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario