martes, 20 de febrero de 2018

Mar de Menta

Por momentos deseamos irnos en un mar de Menta. Entregarnos al sinfín de la perfección, olvidarnos de que el caos a veces hay que ordenarlo y entregarnos. De lleno a Neptuno irnos sin fin en la marea. Infinitamenta para respirar incluso abajo del agua. Allá donde todo es perfectamente catastrófico y Natural, donde todo confluye, no hay preguntas, no hay respuestas, es solo SER.
Allá donde el mundo es chico y el Universo también.
Irnos, de a ratos de esta realidad. En otro momento nos hubiesen internado, considerado esquizofrénicos o no sé qué, pero no, ¿sabés qué? A veces la realidad nos estresa y nos cuesta a veces más. Tenemos ganas de que nos aprueben e irnos sin más. Pero a la vez, la realidad se retroalimenta con esa otra realidad, se confirman unas a otras todo el tiempo, esa perfección de la unión de las partes. Y de vuelta, todo es confusión.
Llenarnos de menta y flotar, flotar y flotar y si querés mañana o pasado mañana nos sentamos a charlar.

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