Días para Respirar

Así, llegamos. Estamos llegando. Un día gris, un día cualquiera de Julio para algunos poseídos por las vacaciones, esos quince días en que hay que aprovechar al mango la salida a respirar de ese sistema que te consume. Es como si la ciudad estuviera sumida en agua, y los quince días de vacaciones, los niños incluso, salen a sacar la cabeza a la superficie para respirar. Quince días para respirar.

Para otros hoy es el día Fuera del tiempo, es el día anterior al comienzo de un Nuevo Año. Es un día donde lo único que se hace es agradecer, celebrar, honrar a la Tierra que aún nos da alimento y cobijo, hacer arte, conectar con las energías más sagradas de este Planeta, el goce de estar vivos. Mañana empieza un año, y todos quieren evolucionar.

Por otro lado, en otros costados de los rincones, la Luna esta en Capricornio saludando cerquita a Saturno, el Sol en Leo, tocando el Nodo Norte se opone a Marte retrógrado en Acuario tocando el Nodo Sur. La Luna se va preparando para el gran evento, el Eclipse de Luna Llena. La Tierra, nosotros vamos a quedar en el medio de la Mente y el Alma, el yo Emocional y el yo mental, el Alma y la personalidad se miran. La individualidad pide pista, pide salir hacia el futuro, la individualidad pide renovarse. Individuo en griego significa indiviso, un ser que no está dividido, que es íntegro, que se acepta tal cual es. La Personalidad quiera brillar pero ya no sin la aprobación del Alma, ya no la quiere ocultar más, ya no quieren pelearse más. Por eso la Luna, la gran Abuela Sabia está en el sigo de Acuario, de la R.evolución, de la libertad, de lo nuevo, de ese famoso Reino del No sé. Está mirando a Marte, al Dios de la Guerra junto al Nodo Sur. Están mirando con dolor todo lo que fuimos, las millones de Guerras que combatimos (pasado y presente) para sobrevivir, para vivir, el fuego que se nos prende cuando nos sentimos aprisionados, cuando nos sentimos cohartados, cuando el pasado, una vez más, te quiere acechar. No es casual que ayer aparecieran las fuerzas militares en la calle. El pasado crepta por la espalda en la noche, como un monstruo sediento de más guerra, de más sangre, de más mierda. Así de crudo, pero Real. Encima está retrógrado, no puede avanzar, menos mal que no puede avanzar. Ahí está la Luna mirándolo, el gran inconsciente y la sabiduría emocional que vamos a tener que cultivar si de verdad queremos evolucionar. La Gran Abuela en el signo de Acuario, del Servidor del Mundo, la humanidad, la amistad, los grupos, las redes, la revolución, la invención, el signo del relámpago de amor, nos está mirando, instando a que confiemos en que existe otra forma de luchar. Que existe otra forma de vernos y de que el Ego se convierta en el Gran Servidor. Pero lo viejo aparece, ahí, después de que te carcome por la noche, te levantas a la mañana y el pasado desayuna con vos, sobretodo estas semanas. Los viejos y viejas vos, self, te miran, ya por suerte muchos casi mudos, ya ellos están cansados de que los llamemos, a ellos les habían dicho que ya no jugaban más en el equipo.

Podríamos aprovechar este viernes y hacerles un agasajo despedida a todas esas versiones que fuimos, a todas esas versiones que hoy no queremos ser pero que nos trajeron hasta acá. Y como la Luna toca el Nodo Sur del Karma, toca en el signo de Acuario, podemos también desear que todas esas versiones de otras vidas, de otros mundos, puedan transformarse en algo mejor. Que cada vez más personas podamos pulsar por un futuro aunque no lleguemos a verlo, porque el futuro no existe, el futuro está acá. Y hoy somos muchos, muchísimos los que vamos remando, volando, corriendo, cada uno a su manera buscando la paz.

Entonces sí. Para algunos hoy es un día más de las vacaciones de invierno, quince días para respirar. Para otros hoy, hace un mes, y por un rato más, son días de muchísima revelación, de necesidad de un ritmo mucho más lento, más cauteloso. Son días donde si no escuchamos al cuerpo, nos sentimos mal, incoherentes, falsos con nosotros mismos. Congeniando, negociando con ese mundo para el que hoy es un día más. Porque todo vale, todos somos, ojalá que una vez más, trascendamos la furia y confiemos que nos podemos respetar. Ojalá todos los días podamos respirar.