viernes, 13 de marzo de 2015

Suspiro

Suspiro. Suspiro, suspiro. 

“Tenés suspiros,” una vez me dijo el médico.

“Con el amor no alcanza,” dicen las amigas.

“Lo que sucede conviene,” es el eslogan del momento.

Flotamos en el aire de la eternidad.

Hola, Valentín, hoy es tu día y me gustaría festejar.

Bailan mis ilusiones, se desnudan en tu fiesta,

me invitan los corazones y también llamamos a la orquesta.

Brindo por el amor que supimos conocer,

el que vendrá y el que dentro nuestro no deja de crecer.

Brindo por el amor propio que es el más puro que tenemos,

el amor que nos encuentra solos y sinceros.

Ese amor propio que debería ser el primero,

ese que habla un idioma que no es perecedero.

Amor.

¿Viste cuando en las novelas hablaban de dejar todo 

e irse para amarse de verdad?

 Ahora entiendo cuál era la realidad.

“Julieta” debería haberme llamado

y no esperar que Romeo sea mi enamorado.

Amor que vibra en todos los niveles,

en todas las consciencias,

amor, amor ¿perdimos la inocencia?

Amor a destiempo, amor separado.

Hoy leí en algún lado 

que hay un chakra que lidia con la ilusión de la separación

y claro, todo, todo, todo, está conectado.

Vos y yo, ella y él, nosotros.

¿Los de antes, o los de ahora?

Le debo a Benedetti entender

que para los enamorados también pasan las horas.

Separación.

Hasta cuando estás separado, 

estas superando en conjunto.

Subiendo escalones, cada uno por su lado,

pero si uno sube o baja es 

porque subió o bajó alguien del otro lado.

Amar-nos.

Qué palabra ambigua,

A la que pocas veces le podemos hacer justicia.

Lo bueno es que el amor tiene sabiduría propia,

El amor sabe cuando encuentra si sabe lo que busca

El amor debería ser  nuestra religión

Porque solo SIENDO amamos

Y solo amando podemos llegar a SER.


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