No puedo ser más
decorosa, amorosa y rococó aunque estemos en Libra, porque esta Luna Nueva
viene en cuadratura a Plutón arrancando directo, en trígono a Marte en Acuario
y nosotros acá, bancando la parada. Ya lo hemos entendido, aprendido, venimos
en el tiburón colectivo por momentos, cambiando a dragón, que de a ratos es una
hermosa ballena y de a otros un cohete al borde de la explosión. Al avión,
submarino, subte, cochebomba, tren de carga, más o menos conocemos la
situación. Somos ritmo, somos movimiento, somos transformación. Entonces, es
como sigue la siembra de la armonía en la relación.
El amor no existe sin
el dolor, la vida es puro ejercicio de evolución. Pero si cada vez que la
muerte aceche tenemos que hacer un escándalo, un drama, una resistencia hasta
casi la autodestrucción, no quedará mucho resto para los años venideros de
profundo trabajo de expansión. Destruir y destruirnos en pos de la creencia de
que evitamos el dolor es algo sin sentido y de ignorantes, diría Buda, el gran
campeón. Usemos la sabiduría de los maestros y dejémonos de lidiar con bajos
instintos que de obvios marchitan al corazón.
Libra, equilibrio,
armonía, complementación. Pero también exceso de otro, culpa al resto siempre
son todos menos yo los locos, los agresivos, los oscuros los retorcidos. Sol y
Luna, Ego y Alma, mente y sentimiento juegan el partido de sembrar una nueva
estructura en la relación. Digo estructura y me voy a Capricornio, donde está
el amigo Darth Vader, Golum, y cualquier otro villano de colección. Está
directo y solo quiere el renacimiento de la responsabilidad de hacerte cargo de
quién sos cuando estas en relación. Ya sabés qué columnas estructurales tenés
que demoler, o al menos eso debería haberte quedado bastante claro con Plutón
en retrogradación. Si te quedan dudas, Venus retrogradando en Escorpio te da un
changüí para la demolición. Venus, el deseo, otra vez la armonía y la
complementación, se pregunta hasta diciembre, ¿Qué hay reprimido en el fondo
del sótano? ¿Qué intento tirar sin mirar por el balcón? Venus, repensar el
deseo, las relaciones, cuánto me hago cargo de mi lado oscuro, cuánto reprimo
mis deseos porque no están dentro de lo que llamamos “aprobación” El combo
sigue, sigue y sigue porque estamos preparados para el funeral y el año nuevo,
todo en un mismo colchón. Marte está en trígono a todo esto, diciendo pongo
primera en cuanto activen el motor, eso sí siempre y cuando actuemos diferente
a la vez anterior. No me pasé casi seis meses en el signo de la revolución para
que ahora, cuando estoy en trígono al Soy la Luna en Libra me pidan que sea el
mismo de siempre en una relación. Y eso que el deseo y la acción están en
tensión. Y cómo se pone todo, es que el Universo esta convencido de que podemos
evolucionar un paso más en cuánto a amar al otro y a nosotros mismos en ese
subidón. Mercurio casi en Escorpio, la mente casi entrando en el pantano de la
muerte y la resurrección lo mira a Urano, en Tauro el del cuerpo, la sensación
y casi que se pelean por cranear la
revolución. Pero es un buen momento para ser compasivos y tratarnos con amor.
Paciencia para con nosotros más que con que el prójimo, estamos dando muerte a
ese yo que se creyó el cuento de Heidi, los Ingals y el príncipe en el Caballo
y que papá es el gran salvador. Muerte, funeral, despedida de una vieja vos. Es
triste dejarte ir, a esa muletilla, a ese berrinche, a ese flor de quilombo que
tan bien te venía en cada situación. Muerte a lo que creías cierto, muerte a tu
personalidad engreída, tímida, a la personalidad que alguna vez creímos que
podía ser definida. Muerte al padre y a la madre como dueños de la verdad,
muerte a nosotros mismos como únicos existentes en esta realidad. Muerte a las
vidas pasadas que traemos, con las que cargamos y de las que creemos a veces
que tenemos que redimir y reivindicar. Muerte a la profesión que asumo hoy
empiezo a olvidar. Muerte a las religiones, a las visiones a una vida que ya no
existe más. Y si vamos a evolucionar la palabra muerte te tendría que empezar a
gustar, dos caras de la misma moneda y a revolver la mierda sin chistar. Lloremos
todo, limpiemos todo, sabemos que los cocodrilos no nos comen, que el monstruo
debajo de la cama no esta más. Creo que a esta altura, podemos más de uno decir
que lo hemos llegado a comprobar.
¿A qué vas a morir?,
¿qué vas a sembrar? Entregate, no resistas y empezá a sentir el placer de
trasmutar.